Estamos acabando con los alumnos "rebeldes" de nuestras aulas.... sólo nos quedan dos niveles para hacerles frente..."el poder en manos de los profesores" Ahí vamos con el nivel 6...
Nivel 6: El juego de la Diana: este nivel se convierte en un juego, el cual no conlleva castigo alguno y a la vez lleva a resultados maravillosos con los alumnos más rebeldes. Para este juego necesitaremos: -Cinco grandes círculos concéntricos dibujados; representarán una diana,situados debajo del marcador general.
-Una cajita de pegatinas divididas por categorías, de las más básicas hasta las más chulas.
-Hojas de papel divididas en 5 cuadraditos representando una semana para poder pegar las pegativas y registrar en él, el comportamiento del alumno.
Presentaremos este nivel como un juego para jugar con uno de mis amigos de clase. Buscará un momento para coger a ese alumno especial y explicarle el juego.
Le mostrará los cinco círculos concéntricos numerados de dentro a fuera (5,4,3,2,1). Conseguirá puntuar en la diana cuando supere el objetivo que él eligió para trabajar y que nosotros aceptamos. Los objetivos deberán ser muy específicos y nos centraremos sólo en uno (levantaré la mano para poder hablar, seguiré las normas de mi maestra, mantendré los pies y las manos quietos en la fila,...).
En la reunión individual del profesor con el alumno rebelde, marcarán el objetivo a trabajar y la repasarán juntos. Una vez uno hará de profesor y luego el otro, así será divertido para ambos. Incluso dramatizarán actitudes contrarias a las que se piden en clase, para saber lo que queremos y lo que no queremos. Realizaremos estas dramatizaciones adversas hasta demostrar a nuestro alumno lo que esperamos de él en el aula. El comportamiento que no queremos y el que sí queremos que tenga. Así comenzamos a tener una cierta unión con dicho alumno. Haremos saber a nuestro alumno que deberá obtener puntos en la diana consiguiendo superar el objetivo propuesto. A lo largo del día hablaremos con dicho alumno para ver su evolución. Al principio puede que tengamos que reunirnos con el mismo varias veces al día, pero poco a poco, llegaremos a que sólo sea una única reunión. En cada reunión escribiré cuántos puntos le doy según el grado de consecución de dicho objetivo propuesto, 5 si es perfecto. El dirá primero dicho resultado y la razón de dicha puntuación y a continuación mostraremos nuestra puntuación. Si la diferencia entre puntuaciones es de un punto, el alumno recibirá un punto, si coincidimos en la puntuación, dos y si nos distanciamos más de dos puntos, ninguno. Al finalizar el día sumamos todos los puntos recibidos en cada reunión mantenida. Si al finalizar el día conseguimos dar en el centro de la diana, recibirá 5 puntos, los cuales llevarán al alumno a poder adquirir pegatinas de la cajita (según el número de puntos adquirira las más básicas o las más preciadas). Estas pegatinas se pegan en la hoja destinada a dicho fin dividida en los 5 días de la semana.
Pasadas un par de semanas la maestra llegará a un acuerdo con el alumno para facilitar las cosas, cuando ella haga unaa señal acordada entre ambos (tocarse la cabeza,...) significará que tiene que centrarse más, se aleja del centro de la diana.
Ventajas de este juego:
-Es el propio alumno el que elige su objetivo a mejorar.
-Sólo se centra en un objetivo cada vez. Lo que facilita el trabajo para ambas partes.
-Durante las reuniones entre ambos, la maestra puede enfocar de diferentes maneras el objetivo propuesto.
-En dichas reuniones, el intercambio de papeles y la práctica de lo que está bien hecho de lo que no, crea una cierta unión entre ambos.
-El calendario semanal muestra a simple vista el progreso del alumno.
-Los alumnos rebeldes trabajan la auto-crítica de su propio comportamiento.
-Los alumnos rebeldes pueden tener éxito incluso en los peores días, simplemente coincidiendo con la puntuación de su maestr@.
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